jueves, 27 de marzo de 2014

RELATO: UNA FOTOGRAFÍA PARA LA POSTERIDAD

Hola, mistercitos!
Amar a un semejante es como ver la faz de Dios. ¿Qué os parece la frase? Yo la llevo metida en la cabeza, junto con otras cuantas más, desde ayer. He estado en uno de esos espectáculos que, cuando los ves por primera vez, te dejan marcado para siempre. ¿Adivináis cuál?
Parece que el dinero es lo que hace al mundo girar, pero creo que el amor tiene más peso del que a primera vista pudiese parecer, sólo que pasa más desapercibido. Y estoy hablando del amor en todas sus variantes. Hoy os presento a Martín y a Elena. Su historia de amor podría parecer como la de otros muchos, pero algo marca la diferencia. Eso sí, el romanticismo está garantizado y los sentimientos a flor de piel. Os invito a seguir leyendo.
Hasta dentro de muy poco.


lunes, 24 de marzo de 2014

RECOMENDACIÓN: "EL HOMBRE DIVERGENTE", UNA VIDA QUE DA PARA MUCHO Y QUE ASUSTA

Hola, mistercitos.
Comenzamos una nueva semana y es que el tiempo sigue su curso imparable, escribiendo cada día nuevos renglones en ese libro interminable llamado “Historia”. Así ha sido este fin de semana, un par de jornadas para recordar por varios hechos cargados de tristeza. El primero de ellos fue lo sucedido el sábado, la Marcha por la Dignidad, una multitudinaria (y enfrentada) manifestación en protesta por los recortes sufridos, por los desahucios, por la corrupción, por leyes como la del aborto y tantos otros asuntos que están convirtiendo la democracia de este país en un guiñapo, en un trapo viejo arrastrado y pisoteado por unos y por otros. Ayer domingo, para confirmar esto último de una forma tristemente simbólica, falleció Adolfo Suárez, el hombre que forjó dicha democracia y el primer presidente de la misma, un hombre con una talla política que para sí quisiera toda la bazofia que nos gobierna ahora. Sin embargo, y tal vez lo más penoso de todo, era echar anoche un vistazo a Twitter y comprobar que sólo el fallecimiento del expresidente era uno de los asuntos de interés para los españoles, por debajo de otros temas de carácter futbolístico. De la mencionada manifestación ni rastro.
Antes dije que ese libro llamado “Historia” era interminable, pero no es cierto. Es cíclico, se repite y se repite hasta las náuseas. Ya el Imperio Romano embotaba las cabezas de sus ciudadanos con circos y juegos y, siglos después, las cosas parecen haber cambiado poco. Poco más que añadir, la verdad.

En realidad, el post de hoy debería haber empezado aquí, pero tenía que soltar lo que llevaba dentro y, ya que este es mi blog, ¿qué mejor sitio para vomitarlo todo? Sigamos ahora el camino previsto desde un principio.
¿Alguna vez os ha sucedido despertaros de un sueño en el que erais otra persona, viviendo otra vida, moviéndoos por otro lugar distinto a vuestro entorno habitual? Supongo que sí, pero ahora viene lo chungo. ¿Os ha sucedido eso mismo estando despiertos? Imaginaos lo que tiene que ser algo así. O mejor aún, no os lo imaginéis. Haceos ahora mismo con este título, “El Hombre Divergente” de Marc R. Soto.
Lo que hoy os estoy presentando es una recopilación de relatos de terror cosidos entre sí por un hilo argumental que hace del conjunto un todo que consigue atrapar cada vez más con cada página que se deja atrás. Así, vamos pasando por diferentes historias, las distintas vidas del protagonista, a cada cual más dispar. “Gatomaquia”, en la que el hombre nos narra la forma en que un gato destrozó su plácida vida, “37 Arañas”, uno de los partos más desagradables de los que tengo noticia, “Mosquitos”, genialidad que podría considerarse una novela corta con un final de un mal gusto que resulta encantador o “Sushi”, el relato en el que más me he visto reflejado (cuando lo leáis diréis que estoy enfermo).
Son éstas, y muchas otras, historias que cumplen con creces las expectativas de cualquier aficionado al género del horror, como muchos de los que por aquí pasáis, y que destacan por ser situaciones implantadas con absoluto realismo en un entorno del todo español.
Marc R. Soto hace alarde de un estilo potente, de esos que te abofetean al leer, utilizando un lenguaje natural y, lo más importante, adaptado a cada uno de los distintos personajes que pueblan esta antología de relatos. Mención especial se merece el niño protagonista de “Mosquitos”; a medida que leía más me convencía de que Soto o bien se toma la molestia de escuchar y entender a los peques que pueda tener a su alrededor o bien no se ha olvidado del niño que una vez fue. En cualquiera de los casos tiene mi felicitación.

En definitiva, “El Hombre Divergente” es una cuidada selección de relatos que enganchará y acojonará tanto a los que ya conocían a Marc R. Soto como a los que no. Historias de terror enterradas en la cotidianidad más próxima a nosotros, con protagonistas que perfectamente podrían vivir en el piso de arriba o en la habitación de al lado. 

TÍTULO: El Hombre Divergente
AUTOR: Marc R. Soto
PÁGINAS: 192
FORMATO: Ebook
PRECIO: 2.99 €





Enlaces para hacerse con la novela:


jueves, 20 de marzo de 2014

POEMA: LUZ CELESTE

Tú eres la gran estrella
que brilla en mi cielo.
Eres el parpadeo
que llega de muy lejos.
Quiero subir tan alto,
tenerte para mí,
pero a ciencia cierta
no sé si estás ahí.

Ya no sé si fiarme
de lo que ven mis ojos
pues tanta luz deslumbra,
difumina tu rostro.
Hay veces que lo creo,
creo poder tocarte.
Otras, en cambio, tengo,
tengo que consolarme.

Irradia hoy tu luz,
pon tu fuerza a brillar,                                  
cúbreme de oro
hasta hacerme calmar.

Tú eres la luz celeste,
eres el brillo inerte
alumbrando el sueño
imposible de tenerte.

Tú eres la gran estrella
que brilla en mi cielo,
un fulgor tan infinito
que me hunde en el desvelo.
He de reconocerlo,
eres la más brillante estrella
y yo soy sólo eso
que a la mañana queda.

Irradia hoy tu luz,
pon tu fuerza a brillar.
Quiero volar
aun pudiéndome estrellar.

Tú eres la luz celeste,
eres el brillo inerte
alumbrando el sueño
imposible de tenerte.

martes, 18 de marzo de 2014

Y LA NUEVA NOVELA SE LLAMA...

Érase una vez un niño de seis años. Siempre había sido un niño normal, ni guapo ni feo, ni listo ni tonto, ni alto ni bajo, ni verde ni azul... Su vida transcurría por los caminos habituales para alguien de su edad, pero un día, casi sin saber cómo, todo eso cambió.
Sus padres tuvieron la feliz ocurrencia de llevarle por primera vez al cine. La película era "El Mago de Oz", una reposición de la película de 1939. Aquella experiencia fue algo más que su primera visita a una sala de cine. Fue una revelación. Allí, acurrucado en su asiento en medio del patio de butacas, sentado entre su padre y su madre, al pequeño se le aceleró el corazón cuando las luces de la sala se apagaron. Sus ojos se abrieron como platos en el momento en el que la enorme pantalla frente a él se iluminó con los primeros destellos en blanco y negro de una granja en la lejana Kansas. Su cuerpo creyó volar sobre las cabezas del resto de espectadores al son de "Over the the Rainbow" en la voz de Judy Garland. Sus dedos se clavaron a los brazos del sillón ante la embestida del tornado contra la casa de Dorothy. Su alma creció y creció ante la transformación del blanco y negro en toda la amplia gama de colores que era el mágico mundo de Oz.
El niño que había entrado en aquel cine en una tarde de sábado ya no era el mismo que salió a la calle al finalizar la proyección.
Algo había cambiado en él. Jugar ya no llamaba tanto su atención, la pelota parecía haber perdido importancia, la bicicleta ya no podía llevarle tan lejos como su imaginación. El niño ya era otro, ahora su hambre era de historias. Necesitaba leerlas, inventarlas, escribirlas, protagonizarlas, cantarlas, bailarlas...
Aquel fue el principio de una vida muy distinta para él. El pequeño se rodeó de multitud de libros de cuentos. Literalmente los devoró, pero su hambre seguía siendo insaciable. Trató de aplacarla escribiendo sus propias historias, pero necesitaba más. Con doce años los cuentos infantiles habían dado paso a narraciones menos apropiadas para él y que, sin embargo, le ayudaron a acercarse de forma prematura a otro mundo. El adulto. Lecturas tan dispares como "Trópico de Cáncer" de Henry Miller, "El Perfume" de Patrick Süskind, "Carrie" de Stephen King o "La Regenta" de Leopoldo Alas "Clarín" habían pasado ya por sus manos a sus trece años, dejando todas ellas su huella en él. Y sin embargo, el chico seguía necesitando más. Ávido de nuevos relatos y nuevas aventuras que corriesen por los surcos de su cerebro, siguió buscando en el cine y en la música, artes que junto con la literatura, no habían dejado de acompañarle desde aquel sábado, ya un poco lejano, en la sala de aquel cine.
Así fue como el chico fue creciendo, soñando con un día ser escritor o cantante o actor o ¿por qué no? Todo ello junto. Sin embargo, su camino empezaba a ensombrecerse. Algo se volvió en su contra. Su individualidad. El chico no era como los otros. No se moría por jugar un partido de fútbol, iba al cine, pero lo hacía sólo, sus gustos diferían por completo con el del resto de sus compañeros. En clase era fácil encontrarle, durante el recreo, en un rincón del patio, con un libro entre las manos o con la mirada perdida imaginando una nueva historia o una canción. Pronto se convirtió en el bicho raro y, como tal, tuvo que sufrir el desprecio y las burlas de sus compañeros.
Entre todos consiguieron demostrarle que la vida era dura, no sólo en las novelas, y lograron apagar su carácter soñador. Pero sólo un poquito, al chico le tocó sufrir, pero no se veía a sí mismo como una víctima. Pronto aprendió a devolver los golpes y a salir adelante.
No obstante, algo se había roto en él y su camino por la vida empezó a torcerse en busca de nuevas experiencias que le ayudasen a olvidar y a encontrarse a sí mismo. El camino fue duro, los sueños pasaron a un segundo plano. De pronto, era más importante crecer como individuo que como artista. El artista... El artista parecía haber desaparecido, pero no. El artista siempre estuvo ahí, sin poder desarrollarse, sacrificando su razón de ser por la estabilidad de la persona. Durante varios años, la música, la literatura, el cine siguieron estando ahí, pero sólo como tronco en el que aferrarse en medio de la tempestad, nunca como trampolín para exteriorizar lo que el chico llevaba dentro. El circuito de entrada y salida se había roto. El arte seguía entrando, pero todo se quedaba dentro, nada salía al exterior. 
Pero el chico había crecido, se había convertido en un adulto y había aprendido. Supo entender que aquello que le hacía diferente era lo que le hacía especial, que si su forma de pensar era distinta a la de los demás era porque veía cosas que el resto no veían. Y entonces supo que ya no quería ser como el resto. Le gustaba como era, quería ser como era, demostró que así era y que así iba a seguir siendo. 
Y fue entonces, cuando el chico se quiso sin importarle la opinión de los demás, que los demás comenzaron a valorarle. De pronto, todos decían apreciarle por ser diferente, por ser especial, por lo mismo que años atrás no le había traído más que rechazo. 
El chico siguió haciendo su camino. Muchos lo hicieron con él, otros le fueron abandonando y algunos nuevos se unieron, pero al joven no le preocupó demasiado, porque era su camino, el que él había decidido, no en el que nadie la había puesto. Pero ese camino tenía una parada obligatoria y pendiente. Todavía había que sacar todo lo que aquel niño,que había despertado a la vida en una sala de cine, llevaba dentro.

Aquel niño era yo. En mi cabeza se agolpaban montones de historias, de ideas, de frases, de versos y sabía que tenía que vomitarlos de una vez o terminaría reventando por dentro. Y entonces aprendí lo que era un blog y me pareció la forma ideal de compartir todo aquello con quien estuviese dispuesto a recibirlo. Así nació Mr. M y así nació su blog. Y durante un tiempo estuvo bien, pero los relatos cortos pronto se quedaron así, cortos. Necesitaba más, en mi cabeza se formaban historias que, para ser contadas, necesitaban más espacio que el que un post podía brindarme. Y así, como un insospechado descubrimiento, apareció Amazon en mi vida y entonces lo supe. Era el momento de escribir mi primera novela. Fueron meses aprendiendo técnicas, poniendo en orden las ideas en mi cabeza, gastando las yemas de los dedos sobre las teclas del ordenador, pero al fin ocurrió. "Plato Frío" estaba a la venta en la famosa página.
Mi satisfacción era plena, me había propuesto escribir una novela y lo había hecho. Estaba en internet y seguro que algunos cuantos la leerían. Y así fue, pero esos cuantos terminaron convirtiéndose en unos muchos y esos en muchos más. Jamás podría haber imaginado un resultado así para mi primera novela. Por supuesto, no he llegado a alcanzar el nivel de otros autores que han autopublicado en la red, pero yo estoy contento. ¿Pretendo llegar más lejos? Sí, pero como comienzo ha estado más que bien. Sobre todo al leer las críticas y los comentarios de la gente.
Cuando comencé a escribir "Plato Frío" poco podía imaginar cómo terminaría todo. Y aquí estoy, escribiendo este post para anunciar el título de mi próxima novela. Si has llegado hasta aquí, si todavía no te has aburrido de leer mi historia te doy las gracias y te invito a pinchar en el enlace para descubrir ese título al que tantas vueltas le he dado.
Un  saludo.


viernes, 14 de marzo de 2014

RECOMENDACIÓN: "LA SAGA DE LOS LONGEVOS", ENAMORARTE DE TU JEFE PARA ENTERARTE DE QUE TIENE 10.300 AÑOS

¡Por fin es viernes! Algo que agradezco pues, en mi caso, ha sido una semana bastante intensa. Tanto ha sido así que creo que durante estos siete días he envejecido catorce. He estado mirándome en el espejo y, aunque a simple vista, no se percibe ningún nuevo desperfecto sigo teniendo mis dudas. Yo creo que mis telómeros se han acortado más de lo recomendable durante esta semana. ¿No sabéis lo que son los telómeros? Hasta hace poco tiempo yo tampoco lo sabía, pero he aprendido unas cuantas cosas sobre ellos. Enseguida os cuento cómo, pero antes quiero haceros una pregunta. ¿Alguna vez os habéis quedado mirando fijamente vuestro reflejo o una foto con vuestra mejor cara y habéis deseado quedaros así para siempre? Yo sí, narcisista y superficial que es uno.
El caso es que hace tres semanas me sumergí en la lectura de un nuevo libro, movido por la curiosidad que un tema como la longevidad me provoca, y lo que me he encontrado es una más que estupenda novela, sumamente entretenida, renovadora, con una narración muy ágil, unos personajes que se salen de las páginas y un trabajado esmero por transportarnos a los lugares, presentes y pasados, que aparecen en la historia. De hecho, no es difícil adivinar un gran trabajo de documentación previo a la escritura de la novela.
“La Saga de los Longevos (La Vieja Familia)” de Eva García Saénz fue uno de los “hits” literarios de Amazon, ocupando los más altos puestos en su edición digital durante mucho tiempo, poniéndose a la altura de autores ya consagrados. Pero la cosa no se quedó ahí. Tal fue el éxito que el salto al mundo editorial (ese que increíblemente ¡desconoce mi existencia!) terminó siendo el siguiente paso lógico. Así es cómo La Esfera de los Libros terminó publicando el título en papel. Podría decirse que semejante camino hacia el éxito para una autora novel era más que suficiente, pero nada más lejos de la realidad. El interés por “La Saga de los Longevos” ha llegado incluso a traspasar las fronteras de nuestro país. Ahí es nada.
¿Y qué es “La Saga de los Longevos”? Seguro que os lo estáis preguntando, os conozco ya como si os hubiese parido… si tuviese capacidad para ello, claro está. Pues “La Saga de los Longevos” es una novela de suspense científico aunque también podría decirse que tiene algo del género histórico; claro que tiene muchos ingredientes que podrían emparentarla con el mundo de la novela romántica al tiempo que, en ciertos momentos, tiene ciertos toques fantásticos. ¿En qué quedamos entonces? Pues es todo eso y mucho más.
La narración nos lleva al Santander actual, ciudad a la que Adriana llega desde el Museo Nacional de Arqueología de Madrid, después de quince años yendo y viniendo de excavación en excavación, forjándose una férrea carrera profesional que nada tiene que ver con los socavados cimientos de su vida personal, marcada por el enigmático suicidio de su madre años atrás y cuyos motivos continúan siendo un misterio hasta la fecha.
En Santander no tardará en ser contratada en el Museo de Arqueología de Cantabria, en parte gracias a su envidiable trayectoria y en parte gracias a la recomendación de su amiga Elisa, integrante también de la plantilla del museo. Adriana hallará en su nuevo trabajo renovados retos y oportunidades, pero nada comparable al encuentro con el que será uno de sus jefes, Iago del Castillo, responsable de la sección de Prehistoria del museo.
Lo que Adriana no sabe es que el carismático personaje no tiene los treinta y pocos años que representa. La realidad de este hombre es que se trata de un longevo de 10.300 años, algo que ni con el mejor de los bisturís se consigue, que también lucha contra sus propios fantasmas al verse arrastrado, en contra de su voluntad, a llevar a cabo una investigación genética. Su hermano Jairo, conflictivo escita de casi 3.000 años, y su hermana Lyra, escurridiza celta de 2.500 años, cansados de enterrar a sus familias efímeras a lo largo del tiempo, están obsesionados con identificar la mutación que detiene su envejecimiento en torno a los treinta años para poder, así, tener hijos también longevos. El rechazo de Iago hacia estas intenciones tiene el único apoyo de su padre Héctor, posiblemente el hombre más antiguo del mundo.
Entre Adriana y Iago surge una intensa atracción que, cada uno por sus motivos, intenta ignorar. Pero cabeza y corazón casi  nunca van de la mano, a Dios gracias, y terminarán por dar rienda suelta a sus impulsos más primarios. Lo que no imagina ninguno de los dos es que sus respectivos pasados marcarán para siempre su destino. Cuando por fin descubran la cruel realidad, cuando por fin consigan reaccionar, las consecuencias de sus actos no se harán esperar.
Como veis, la trama llama a profundizar en ella. Personalmente la he disfrutado muchísimo. Antes lo he dicho y lo repito ahora. Se adivina un gran trabajo de documentación, tanto a nivel histórico, algo visible en los pasajes pertenecientes a la vida pasada de los personajes longevos, como a nivel científico, con detalles acerca de las investigaciones, que me han llevado a conocimientos de los que yo carecía. Por ejemplo, los mencionados telómeros, que son los extremos de los cromosomas y que tienen mucho que ver en el proceso de envejecimiento. Por supuesto, estas nociones científicas son muy básicas, pues para quien quiera profundizar en el tema existen numerosas publicaciones especializadas en el tema y esto es, sobre todo, una novela.
La trama es totalmente adictiva y la escritora consigue algo que siempre valoro en las novelas que leo, y que yo mismo intento poner en práctica en las mías propias, y esto es que en las partes en las que la acción es más comedida o más baja consigue mantener
el interés a base de desarrollar diálogos entretenidos y de introducir detalles llamativos. Como ejemplo destacaré una sesión de grafología protagonizada por Adriana que me ha arrancado alguna que otra sonrisilla o una comparación entre el juego del ajedrez y el juego de la seducción que me ha parecido genial. Detalles como esos siempre me han encantado y aquí hay unos cuantos.
En definitiva, puede decirse que Eva García Saénz apunta alto con esta su primera novela, una obra sumamente entretenida que nada entre las aguas de la historia, la ciencia y el romance. Hay por ahí quien dice que no es ninguna obra maestra. La verdad, ni falta que le hace.

TÍTULO: La Saga de los Longevos (La Vieja Familia)
AUTOR: Eva García Saénz
PÁGINAS: 592
FORMATO: Ebook/Papel
PRECIO: 2.99 €/18.90€


Enlaces para hacerse con la novela:



martes, 11 de marzo de 2014

RELATO: CARNAVAL (Parte II)

Sindy parecía estar en auténticos problemas. Fran estaba dispuesto a todo por lograr sus objetivos. ¿Cómo termina todo este lío? No tenéis que esperar más. Os dejo con la segunda parte de "Carnaval".


lunes, 10 de marzo de 2014

RELATO: CARNAVAL (Parte I)

¡Hola, mistercitos! (Hacía tiempo que no os llamaba así). ¿Os habéis dado cuenta de lo que ha sucedido? El calendario ha vuelto a reiniciarse y ya estamos otra vez a lunes. Otra semana que ha pasado. ¡Y qué semana! Carnavales nada menos. ¿Os habéis disfrazado? Yo no, que ya voy todos los días disfrazado. En realidad creo que todos nos disfrazamos a diario. Salimos de casa con la careta adecuada para la situación que tengamos entre manos ese día.
Así somos, queriendo siempre disimular nuestra auténtica personalidad, con la esperanza de que los demás vean en nosotros lo que imaginamos que quieren ver. Un poco triste, ¿no? Pero la buena noticia es que el carnaval ha terminado ya, así que podemos desprendernos de nuestros disfraces. Os propongo un reto. Despojarnos de ese atuendo tras el que solemos escondernos y salir a la calle, aunque sólo sea por un día, y ser quien realmente queremos ser. Además, deberíais recordar el refrán. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Así que ya lo sabéis. ¿Qué vais a hacer?
Yo, por lo pronto, os dejo con el relato que he preparado para empezar la semana. A diferencia de otras ocasiones, esta vez he decidido partirlo en dos, que me he emocionado escribiendo y casi me sale una novela. Su título es "Carnaval" y su trama viene a mostrar algo de lo que acabo de explicar, que hasta el ser más insulso e insignificante, cualquier don nadie tiene motivos ocultos que pocos podrían imaginar. Disfrutad de esta primera parte, mañana la segunda.

Un abrazo a todos y todas!



viernes, 7 de marzo de 2014

POEMA: LA VIDA DURA UN RATO









Noche corta,
sin tiempo de dormir.
Todo el tiempo
lo gastas en huir.
Te persiguen,
el riesgo es real.
O lo afrontas
o nunca escaparás.

El reloj
parece reírse de ti;
sus agujas
te quieren hundir.
El peligro
en la gran ciudad
escondido
en cualquier rincón está.

Hoy es el día para cambiar,
para entender que nada se obtiene sin luchar.

No tengas miedo y afróntalo,
la vida dura un rato nada más.
Plántate y dime qué es lo que elegirás,
¿vas a vivir o de puntillas pasarás?

Al espejo
te tienes que mirar,
hoy tus miedos
tienes que afrontar.
El cansancio
se está cebando en ti,
para llegar
el camino has de sufrir.

Hoy es el día, otra batalla más
mientras haya un mundo en el que pelear.

No tengas miedo y afróntalo,
la vida dura un rato nada más.
Plántate y dime qué es lo que elegirás,
¿vas  vivir o de puntillas pasarás?

No lo dejes pasar,
te has de levantar.
Ponte en pie de una vez
o te enterrarán.
Sé que puedes fallar
y fracasar,
más si no lo intentas
has fracasado ya.

miércoles, 5 de marzo de 2014

UN POQUITO DE AUTOPROMOCIÓN

Así es, un poquito de autopromoción. Sólo un poquito, que en breve pienso martirizaros con los detalles de mi segunda novela. Pero antes de que llegue ese momento, me he dado cuenta hace más de un año que "Plato Frío" salió a la luz y de que no os había presentado la página web del libro. Sois muchos los que habéis leído ya la novela, pero como últimamente hay gente nueva por aquí, he pensado que era una excusa perfecta para darla a conocer a todo aquel que pudiera interesarle.
Con esto no estoy obligando ni comprometiendo a nadie a leerla pero, eso sí, quien la ha tenido entre sus manos ha quedado satisfecho. No lo digo yo, lo dicen los demás.
Así pues, os invito a conocer el mundo de "Plato Frío", su trama, sus personajes, su música...
¿Qué os parece?

Web "PLATO FRÍO"

lunes, 3 de marzo de 2014

RELATO: ASCO

Hello, everybody!
Ya vuelve a ser lunes. El fin de semana de nuevo es un recuerdo del pasado y el sábado una imagen congelada en el tiempo. Hoy es lunes y la rutina vuelve a llamarnos disfrazando su voz de alarma de despertador. Por delante nos quedan cinco días hasta que llegue otra vez la locura. Sé que estoy exagerando, que la semana no tiene por qué ser tan terrible. Es más, seguro que cosas maravillosas nos aguardan pero ¿alguien va a negarme que despertarse el lunes por la mañana es un auténtico asco? Pues lo que yo decía.
Y hablando de asco, hoy os traigo un relato cuyo título es ese. "Asco". ¿Y a qué viene eso? Pues son los designios de mi mente pérfida, que hoy ha decidido que estaría bien ayudaros a comenzar la semana revolviéndoos el estómago. Si aún no habéis desayunado, no lo hagáis todavía. Si ya habéis ingerido vuestro café y vuestras galletitas... Buena suerte.
Nos vemos!